21.8.09

El miedo también cabe en la maleta.


No importa cuan segura te sientas de ti misma y de tus capacidades. Ni lo convencida que estés de que has crecido, de que ya no tienes miedo, y de que la independencia o te asusta; te encanta.

Da igual lo que creas, siempre te acabarás sorprendiendo. A ti misma y a los demás. Pero, ¿acaso no es el miedo algo natural en el ser humano? Ten miedo, no pasa nada, es normal. Pero no te dejes vencer por él, eso nunca. Sea lo que sea que te espere por delante, hazle frente. Te las apañarás, de una forma o de otra. Y recuerda que desperdiciar oportunidades no es precisamente algo aconsejable. Y más aún cuando no sabes si volverán a presentarse.

Todo saldrá bien. O no. Pero no puedes seguir escondiéndote bajo la manta como cuando eras una niña, y algo te daba miedo. Espabila. Haz las maletas y prepárate para lo que venga. Y desconecta. Cuando vuelvas, tu vida te seguirá esperando, y seguro que tienes el tiempo suficiente como para aburrirla.

Vive lo que venga, pero vívelo.

17.8.09

Volver a empezar (otra vez).


Ayer estuve en Elche, colocando mis cosas en mi nueva habitación. Tengo balcón, y en él voy a tener plantas (¡por fin!), así que voy a tener algo que cuidar (o morirán); lo que implica una (pequeña) responsabilidad. Bueno, es un buen comienzo. Así que voy a tener que cuidar de alguien más que de mí misma, a ver si con esto de las plantas entreno. Es estúpido, pero oye, que para mí es un gran paso. Si consigo que no se me mueran en todo el año, me sorprenderé mí misma y todo.

Además, no seré yo sola la que ocupe la habitación. Por primera vez, he cedido un poco de mi espacio íntimo y personal (y además, muy gustosa de haberlo hecho), para compartirlo con otra persona, en vez de ocupárselo yo. Ves, eso sí es un gran paso. Puede que inconscientemente haya sacado lo de las plantas para quitarle un poco de peso a ese asunto que hasta a mí, y especialmente a mí, me parece sorprendente. No sé, pero la cuestión es que me siento bien. O más que bien. Feliz.

También tengo que estudiar para los exámenes de septiembre, prepararme las pruebas de nivel de la escuela de idiomas, acabar la mudanza (que se dice pronto), hacer los exámenes que acabo de citar, matricularme (tanto en la universidad, como en la escuela de idiomas), preparar mi viaje a Malta, e irme para allá. A pasar tres semanas en un país desconocido para mí, con gente desconocida, y con un idioma que no domino y que apenas conozco (muy triste, sí). Y sé que me dejo cosas.

Así que en estos momentos, mi cabeza está dando vueltas en una montaña rusa, y creo que viaja a demasiada velocidad. Y sé que, para una persona como yo, muchas de estas pequeñas cosas pueden llegar a suponer grandes desafíos.

Por eso me sorprende que, entre tanto caos, encuentre tanta paz.

11.8.09

Éxtasis.


Mírame. Quiero que leas en mis ojos que quiero que te quedes esta noche. Que intuyas en mis labios que deseo que me toques. Que huelas en mi piel que anhelo el placer.

Tira a un lado tu chaqueta, acércate, y arráncame la ropa; esta noche no la necesito. Muérdeme, provócame escalofríos. Hazme temblar. Esta noche quiero pasarla contigo.

Me muero porque vivas dentro de mí, tan sólo esta noche. Te dejaré probar aquello que muchos otros han deseado encontrar. Acaríciame, juega conmigo, hasta que se nos agoten los huesos. Hasta que no podamos más. Desbordemos el éxtasis hasta el final.

Átame si lo deseas, pero no me amordaces, porque además de gritar, voy a utilizar mi lengua para hablar un idioma que todavía desconoces. Déjame mostrártelo, que guíe tu mano, y que te acompañe por el camino de llamas que lleva hasta el frenesí.

Sin frenos. Hoy quiero arder y consumirme. Aguanta, quiero perder la consciencia en mitad da tanta excitación, quiero quedarme sin fuerzas, desatar mi furia y convertirla en gozo.

Cansarme tanto que se me nuble la mente. Hasta que olvide que son tus manos las que recorren mi cuerpo, y no las de él.