24.7.09

Acabar.


Es triste darte cuenta de que todo lo que te rodea: tus familiares, tus amigos, tu primer amor (o el último), tus sueños, tus planes, tus recuerdos, tus ideas, tu tiempo…tu todo, algún día desaparecerá. Porque nada dura eternamente. Porque “para siempre” es la más inútil de todas las expresiones inventadas por el hombre. Porque es falsa; supongo que por eso la utilizamos. Todo acabará, hasta tu vida. Hasta tú.

No estoy diciendo que haya que vivir amargado, pensando en eso constantemente, pero, ya que es un hecho, conviene tenerlo presente si no quieres llevarte más de un disgusto. Sólo eso.

Dicen que nada acaba mientras haya alguien que lo recuerde. No obstante, ¿de qué me sirve recordar algo que ya no está? ¿Para saber que existió? ¿Qué existió y ya no existe? Es bueno conservar los recuerdos, al fin y al cabo, parte de ti está hecha de ellos. Pero eso no significa que no pesen; a veces, incluso demasiado.

Es triste saber que todo lo que te rodea desaparecerá, sí. Pero más triste todavía es no saberlo. Cerrar los ojos, ignorarlo y que el día en que llegue el fin de algo, no sepas cómo aceptarlo.

Todo termina, tarde o temprano. Y es casi imperdonable que yo, que creía tenerlo presente y asumido, todavía me siga sorprendiendo.

18.7.09

Aprender.


Siempre que me pierdo (y mira que eso me pasa a menudo), recuerdo las palabras de una amiga: “Tú no sabes ser feliz”. Y lo peor de todo es que tiene razón. Pero, ¿acaso alguien sabe? Porque de ser así, no estaría mal que me lo explique.

Así que, si alguien puede contestarme lo siguiente, y además, con valor universal (no con el suyo propio), se lo agradecería. Bien, esto es:

1.- ¿Qué es ser feliz?
2.- ¿Cómo se puede ser feliz?
3.- ¿Cómo se mantiene la felicidad?

Y por favor, nada de respuestas superfluas o típicas.

Porque claro, supongo que (y creo no suponer demasiado) todos somos o hemos sido felices en determinados momentos u ocasiones, sí. Pero yo me refiero a ser feliz permanentemente. No del todo, tampoco me refiero a ser una persona sonrisa-payaso. Simplemente, no dejar que la felicidad nos asustes, nos agobie, nos confunda, o no nos deje pensar con claridad. Que esa felicidad no se torne contra nosotros a la primera de cambio. Que no nos aflija ni nos condicione.

¿Cómo demonios se consigue eso? ¿Y por qué nadie me lo ha explicado aún?