
Si tengo que salir de tu vida, espero no hacer demasiado ruido. Desvanecerme, como aquellas promesas que, tantos e ilusos de nosotros, nos hicimos un día.
Si tengo que salir de tu vida, espero no tener nunca ganas de volver a entrar. Probablemente, ya será tarde.
Si tengo que salir de tu vida, no quiero que pienses en mí como alguien que estuvo de paso, y luego se fue. Alguien que no quiso quedarse.
Si tengo que salir de tu vida, prefiero que pienses que jamás existí. Pues no me gustan los recuerdos. Especialmente, los del corazón.
Si tengo que salir de tu vida, olvida que estuve. Qué soy y qué fui. Que un día fui contigo, y ahora soy sin ti.
Si tengo que salir de tu vida, muéstrame el camino. Enséñame la salida. Y una vez fuera, cierra con llave, y sé feliz.