26.11.09
El día en que nada es suficiente
Es así, un día te levantas y sientes que ya no te basta. Todo. Todo aquello que un día bastó, aquello con lo que decidiste conformarte un día, ya no es suficiente. Y entonces te preguntas el porqué lo que desde un principio te pareció lo justo, ya no te sabe tan bien. Y encuentras la respuesta en tu egoísmo, en la evolución de tus necesidades.
Ya no es suficiente porque has decidido no conformarte. Y ahora lo quieres todo. Y eso, como ya sabes, es mucho pedir. Nunca se puede tener todo, esa es una palabra que abarca algo demasiado grande. Tan grande, que ni tú misma puedes rodearlo con tus brazos. Y eso te hace sentir frustrada.
Tus necesidades, o lo que tú crees que son tus necesidades, te van a acabar asfixiando. Y lo mucho puede llegar a parecerte poco. Insuficiente. Y eso, como sabes, puede y va a resultar fatal.
Pero el conformismo no es la solución; nunca lo es. La solución es buscar el equilibrio y, como seguro que no lo vas a encontrar, porque el equilibrio es imposible (tal como decía el tatuaje de una chica que conocí en clase), lo máximo que puedes tratar de hacer es mantenerlo a tu manera, y ver si eso te sirve.
Si no, siempre puedes calentarte la cabeza, que parece ser lo que mejor se te da hacer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Ya no actualizamos? ché...con lo que me gusta leerte cosas nuevas.
Feliz año!
^^
:*
Por favor, cita a la autora de la fotografía (Cristina Granados) y enlaza la original: http://cristinagranados.es/index.php?showimage=125
Gracias!
Publicar un comentario